Justo antes de Navidades, estuve pensando qué podía hacer como manualidad con mis niñ@s de Catequesis de Comunión, del Cole de San Vicente de Paúl de Zaragoza, que es mi cole y en el que colaboro en varias cosas.
Y gracias a mi prima Guadalupe, tomé esta idea del foamy. Ella en sus ratos libres hace muchas cosillas foamy, fieltro, etc... Así que busqué por la red y encontré un mundo para mí desconocido del foamy, o goma eva, o fomy (como dicen allá por Mexico). Lo cierto es que la gente hace verdaderas preciosidads, que son en sí pequeñas obras de arte.
Lo bueno de todo ésto es que puedes trabajar con los niñ@s, ya que el foamy es un material muy fácil de manejar por ellos.
Este fue al final el trabajo que elegí y que también hicieron mis gemelas: Alex y Natalia. Mis catequizandos quedaron encantados y sus madres, igualmente.
Luego, aprovechando que para la Cena de Navidad del Cole, nos dijeron que debíamos asistir con un adorno de motivo navideño hecho por nosotros, se me ocurrió hacer este gran sombrero. Eso sí, conté con la ayuda de Octavio, mi marido.
un porta-lápices (forrando un bote de los de "capuccino")
dos muñequitos de nieve
un pingüino (como véis motivos muy alusivos a la época)
dos angelitos de Natalia y Alex
una cubanita para adornar un frasquitos de algodones
un cocinero (en recuerdo de las pasadas vacaciones en París)
Lo bueno de todo ésto es que puedes trabajar con los niñ@s, ya que el foamy es un material muy fácil de manejar por ellos.
Este fue al final el trabajo que elegí y que también hicieron mis gemelas: Alex y Natalia. Mis catequizandos quedaron encantados y sus madres, igualmente.
Luego, aprovechando que para la Cena de Navidad del Cole, nos dijeron que debíamos asistir con un adorno de motivo navideño hecho por nosotros, se me ocurrió hacer este gran sombrero. Eso sí, conté con la ayuda de Octavio, mi marido.
Además, le hice un broche también para dos amigas muy especiales: Sor Amparo y Sor Petra. (o Sor Petra y Sor Amparo); simplemente a la figurita le añadí un brochecillo de ésos que venden en las tiendas de abalorios.
Y le cogimos tanto gustillo, que durante las vacaciones de Navidad, en Alacón, también hicimos algunas cosillas:
un porta-lápices (forrando un bote de los de "capuccino")
dos muñequitos de nieve
un pingüino (como véis motivos muy alusivos a la época)
dos angelitos de Natalia y Alex
una cubanita para adornar un frasquitos de algodones
un cocinero (en recuerdo de las pasadas vacaciones en París)
